Cerca de 2.500 ancianos cubanos tienen 100 años o más de edad y en su mayoría son mujeres, según datos preliminares de un estudio sobre longevidad realizado en la isla y divulgado hoy por medios locales.
El jefe de la Dirección Nacional del Adulto Mayor del Ministerio de Salud Pública, adelantó al diario oficial Granma que los factores genéticos, sexuales, emocionales, la fácil adaptabilidad y los hábitos sanos aparecen como claves para alcanzar la longevidad.
Un estudio realizado por el Ministerio de Salud caracterizó a la mayoría de los centenarios como trabajadores precoces que se mantuvieron activos hasta edades avanzadas, prudentes con el consumo de medicamentos, de buena movilidad y estrechos vínculos familiares.
La convivencia con la familia y la estabilidad emocional, según el informe, disminuyen las discapacidades relacionadas con la depresión.
La investigación del Ministerio de Salud incluye un sondeo efectuado entre 270 centenarios en La Habana. El 55 por ciento de los entrevistados proviene de padres que alcanzaron 80 años o más, por lo que la teoría de que los hijos de longevos se enferman menos y viven más podría explicar esa supervivencia, indicó Fernández Seco.
La investigadora Katy Hind Selman-Housein subrayó la llamativa preponderancia de las mujeres en el grupo, 210 de los 270 encuestados, que, apuntó, podría relacionarse con la presencia de estrógenos y la disminución de hierro debido a los períodos menstruales.
Con esta reciente investigación, cuyos datos definitivos aún no se han dado a conocer, el Ministerio de Salud cubano buscó explicar las causas que inciden en la longevidad.
Con una población aproximada de 11,2 millones de habitantes, el índice de envejecimiento poblacional de Cuba es del 15,8 por ciento, equivalente a 1,7 millones de personas.
La esperanza de vida en el país es de 76,8 años, una de las más altas de América Latina, donde sólo Uruguay tiene más cantidad de población de la tercera edad.
Las autoridades cubanas impulsan iniciativas para el cuidado de la salud de los ancianos con proyectos como El Club de los 120 Años, que ofrece recomendaciones a la población para mantener hábitos sanos y envejecer con calidad de vida.
Incidir en una idea que muestra la noticia, la de mantenerse en continua actividad. ¿Tienes planes? Jubilarse sólo en el caso de que haya cosas que quieras hacer y que tu trabajo te impida hacerlas.
Una cosa más para terminar: (Relacionada con la longevidad)
A sus 95 años, el tío Carlos, seguía comiendo cuatro huevos fritos todos los días. Parientes, amigos y médicos mucho más jóvenes le aconsejaban moderación, cuidado, dieta….
El abuelo contestaba con su filosofía práctica de la vida:
“Al hígado hay que meterle miedo. Así no se envalentona y comienza a exigir.”
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1 comentario:
Gracias al autor del blog por traer aquí, y de forma tan sabia y simpática, el tema de la edad. Me he acordado de de lo que dice al respecto D. Chopra en su libro “Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo”:
Existen tres formas diferentes para medir la edad de alguien:
1.- La edad cronológica: tiempo transcurrido desde el día
que nació, según el calendario. Es la única fija, y la menos
confiable de las tres. El tiempo no afecta todo el
cuerpo de modo uniforme.
2.- La edad biológica: cuán viejo es un cuerpo en términos
de signos de vida críticos y procesos celulares. Esta edad
también tiene sus límites, como una herramienta de medida.
El proceso de envejecimiento, considerado como pura biología,
se mueve tan lento que sus efectos fatales raramente
cuadran con las enfermedades galopantes.
Las influencias sociales y psicológicas están siempre latentes,
y su estilo de vida individual lo hace sujeto a las condiciones
diferentes que tienen los demás. La edad biológica
puede ser cambiable, ya que con el ejercicio físico regular
puede reversar muchos de los efectos más típicos de la edad
biológica, incluyendo: alta presión sanguínea, grasa corporal
excesiva, balance inapropiado de azúcar, y pérdida de la
masa muscular.
3.- Edad psicológica: cuán viejo se siente una persona. El
factor determinante en el envejecimiento es la edad psicológica
- la más personal y misteriosa de las tres, y la que más
importa para reversar el proceso de envejecimiento. Su edad
psicológica es aún más flexible que su edad biológica. Nadie
tiene la misma edad psicológica, dado que no han tenido las
mismas experiencias.
En lugar de responder con un número fijo a la pregunta ¿cuántos
años tienes? Deberíamos crear una escala paralela que
muestre cuán rápido se están moviendo las tres edades en relación
una con otra
………………………..
Otra forma de verlo, desde la perspectiva de los cuatro centros del ego, nos llevaría a preguntarnos (tal como invitó Marianne Costa cuestionarse a los participantes de uno de sus talleres):
¿Qué edad tengo a nivel intelectual?
¿Qué edad tengo a nivel emocional?
¿Qué edad tengo a nivel libidinal?
¿Qué edad tengo a nivel corporal?
El responder a estas preguntas, nos puede ayudar a conocernos mejor a nosotros mismos…
Un saludo de una bloggera con distintas edades.
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