La Comisión Europea adoptó hoy una propuesta para simplificar la autorización de los coches de hidrógeno y facilitar su introducción en el mercado.
En estos momentos, los vehículos de hidrógeno no están incluidos en el sistema de aprobación de la Unión Europea por clases. Ello provoca que los procedimientos de aprobación sean especialmente complicados y costosos e impide que estos coches se comercialicen de manera uniforme entre los Veintisiete. La propuesta del Ejecutivo comunitario integrará a estos automóviles en el sistema de autorización general y al mismo tiempo garantizará que todos los coches de hidrógeno que lleguen al mercado comunitario sean al menos tan seguros como los vehículos clásicos. La Comisión destacó que, dado que los coches de hidrógeno no producen emisiones contaminantes, su mayor uso contribuirá a mejorar la calidad del aire en las ciudades. No obstante, advirtió de que para lograr una auténtica reducción de los gases de efecto invernadero es imprescindible que para la producción del hidrógeno no se usen combustibles fósiles.
Bruselas propuso además poner en marcha una iniciativa tecnológica conjunta entre el sector público y el privado para desarrollar las pilas de combustible y el hidrógeno. Esta iniciativa durará seis años y contará con una contribución financiera de la UE de 470 millones de euros, que deberá ser completada por una aportación idéntica del sector privado. El objetivo final es acelerar el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno hasta su despegue comercial entre 2010 y 2020.
Ser conscientes de que vivimos en el mismo planeta. Que la contaminación generada a miles de kilómetros de nuestras casas acaba por afectarnos igualmente. Esta iniciativa limpia es un pequeño paso y puede significar el inicio de otros muchos encaminados a mejorar nuestra “ casa común”.
En estos momentos, los vehículos de hidrógeno no están incluidos en el sistema de aprobación de la Unión Europea por clases. Ello provoca que los procedimientos de aprobación sean especialmente complicados y costosos e impide que estos coches se comercialicen de manera uniforme entre los Veintisiete. La propuesta del Ejecutivo comunitario integrará a estos automóviles en el sistema de autorización general y al mismo tiempo garantizará que todos los coches de hidrógeno que lleguen al mercado comunitario sean al menos tan seguros como los vehículos clásicos. La Comisión destacó que, dado que los coches de hidrógeno no producen emisiones contaminantes, su mayor uso contribuirá a mejorar la calidad del aire en las ciudades. No obstante, advirtió de que para lograr una auténtica reducción de los gases de efecto invernadero es imprescindible que para la producción del hidrógeno no se usen combustibles fósiles.
Bruselas propuso además poner en marcha una iniciativa tecnológica conjunta entre el sector público y el privado para desarrollar las pilas de combustible y el hidrógeno. Esta iniciativa durará seis años y contará con una contribución financiera de la UE de 470 millones de euros, que deberá ser completada por una aportación idéntica del sector privado. El objetivo final es acelerar el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno hasta su despegue comercial entre 2010 y 2020.
Ser conscientes de que vivimos en el mismo planeta. Que la contaminación generada a miles de kilómetros de nuestras casas acaba por afectarnos igualmente. Esta iniciativa limpia es un pequeño paso y puede significar el inicio de otros muchos encaminados a mejorar nuestra “ casa común”.
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