domingo, 21 de octubre de 2007

50 ideas sencillas para salvar el planeta

Me parece que se trata de una noticia positiva

Wangari Maathai, Nobel de la Paz en 2004: "No son las cosas grandes las que marcarán la diferencia, sino más bien los pequeños pasos que demos cada uno cada día". Es nuestra apuesta en esta nueva andadura. Cambiemos el rumbo. Está a nuestro alcance. Cada uno de nosotros, cada lector, cada periodista tiene en su mano más poder del que se imagina. Con sus pequeñas decisiones diarias (qué compra, dónde, cómo va a trabajar, cómo es su casa, a quién vota, dónde ahorra, qué come...) puede lograr que el planeta se recomponga.

Seguramente haya escuchado (probablemente también lo haya pensado): "¿Para qué cambiar nuestros pequeños hábitos de consumo, si quienes realmente ostentan el poder siguen comportándose igual?". Nos minusvaloramos. Si nosotros exigimos otros productos, otras actitudes, Gobiernos y empresas deberán adoptar otros registros. Confianza y optimismo. Otro Nobel de la Paz, Martin Luther King: "Si supiera que el mundo se ha de acabar mañana, yo hoy aún plantaría un árbol". No se piden grandes esfuerzos, ni siquiera renunciar a la comodidad. La misma recomendación sirve para las compras que para nuestra vida: rechace el exceso de envoltorios, el empaquetado superfluo; lo único que hace es complicar nuestra bolsa de la basura.

Son 50 recetas, de las que voy a resaltar 19 ... (Aunque todas pueden ser importantes)

1. Otras bombillas
Cambie las bombillas incandescentes por otras de bajo consumo. Son más caras, pero duran hasta diez veces más, y gastan entre cuatro y cinco veces menos. Éste era el primer consejo de la campaña de promoción de la película Una verdad incómoda, de Al Gore.
2. Desechos tecnológicos
Cuidado con la basura tecnológica; los aparatos electrónicos contienen sustancias peligrosas.
3. Cartas sin papel
Pidamos que las facturas y extractos mensuales lleguen a nuestro correo electrónico en lugar de al buzón de cartas de casa. Menos papel que tirar.
4. Eco-coches
Si nuestra única opción es el coche, busquemos uno que consuma lo menos posible. Pensemos en las opciones de modelos híbridos.
5. Más zonas verdes
Reclamemos zonas verdes, pequeños pulmones para nuestra ciudad.
6. Menos ruidosos
Un poco de silencio, por favor. Cuidar el medio ambiente no es sólo por la salud del planeta, sino también por la nuestra, por el equilibrio de todos los seres que habitamos la Tierra. Por eso debemos evitar que nuestro comportamiento en la ciudad sea muy ruidoso.
7. Ocio sin consumo
Elija un ocio menos consumista. No deje que la obsesión por comprar le condicione y se convierta en el protagonista de su tiempo libre.
8. Más bicicletas
Muévase en bicicleta, si la orografía, clima y tráfico de su ciudad lo permiten. Y si ve que no es seguro desplazarse sobre dos ruedas, exija a su Ayuntamiento carriles bici.
9. El brillo de las estrellas
Pida a su Ayuntamiento que la iluminación de las calles sea eficiente y de bajo consumo, que no despilfarre luz hacia el cielo.
10. Menos carnívoros
Para producir un kilo de trigo se necesitan unos 1.000 litros de agua, y para un kilo de arroz, 1.400 litros, según el Consejo Mundial del Agua. En cambio, para un kilo de ternera se requieren 13.000 litros. ¡Vaya con la carne! Reduzcamos su consumo.
11. Cercanías
Compre productos locales, ya que para llegar hasta el mostrador del mercado habrán requerido menores desplazamientos y, por tanto, menos gasto energético.
12. Agua del grifo
Piense bien si merece la pena comprar agua embotellada cuando se puede beber la del grifo.
13. El pequeño comercio
Evitemos ir en coche a un establecimiento lejano si podemos realizar la compra caminando sin salir del barrio. Apoye el pequeño comercio, savia del modelo mediterráneo de ciudad.
14. Comercio justo
Cuando compra algo, ¿piensa de dónde viene? Granito de arena a granito de arena, pequeña decisión a pequeña decisión, el consumidor puede influir mucho en lo que se produce y cómo se produce. Hemos de tomar conciencia de que nuestras acciones, por insignificantes que nos parezcan, tienen consecuencias ambientales, sociales y económicas.
15. Bancos con iniciativa
A la hora de ahorrar, acuda a aquellos bancos que sepa que invierten una parte de sus beneficios en promover iniciativas sociales y ambientales.
16. Infórmese
Lea prensa, siga la actualidad, interésese por el mundo. Un consumidor informado es un consumidor responsable. Así sabrá qué empresas son más insostenibles.
17. Un habitante, una semilla
En el siglo XX, los 5.000 millones de hectáreas cubiertas de bosques se redujeron a menos de 4.000 millones, según el Banco Mundial. Plante un árbol. Y mejor de una especie autóctona. Aparte de la satisfacción de asistir a su crecimiento y mejorar el paisaje en un país con tanta tendencia a la desertificación como España, hay un dato fundamental para frenar el cambio climático: por término medio, un solo árbol absorbe una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida.
18. El 'souvenir'
Una forma maravillosa de contactar con la naturaleza y encariñarse con ella es fotografiarla. Una afición entretenida y mucho menos impactante que meter ruido con un quad.
19. El lenguaje natural
El mundo natural es un libro que hay que saber leer. Podemos dotarnos de guías que nos enseñen los nombres de aves, árboles, plantas, insectos, fenómenos geológicos...

No se trata ni mucho menos de seguir las recetas impuestas, sino de crearnos nuestras propias recetas para añadir belleza al mundo. Usando nuestra imaginación tratemos de aportar nuestro pequeño granito de arena...

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