jueves, 29 de noviembre de 2007

Investigadores en Kentucky producen un ratón resistente al cáncer

Un equipo de investigadores encontró un gen que suprime tumores y ha producido un ratón de laboratorio que es resistente al cáncer, según un estudio efectuado por la Universidad de Kentucky (EE.UU.)

Vivek Rangnekar y sus colaboradores en el Colegio de Medicina de la UK descubrieron que el gen llamado Par-4 mata a las células cancerosas, pero no a las células normales.
La UK, en el estudio que aparece hoy en su página web, señaló que dado que hay pocas moléculas que puedan combatir específicamente las células cancerosas, este hallazgo es importante para posibles tratamientos de cáncer.
El estudio de Rangnekar, financiado por los Institutos Nacionales de Salud, es único en el sentido de que los ratones nacidos con este gen no desarrollan tumores, se desarrollan normalmente y no tienen defectos.
"De hecho, los ratones que expresan el gen Par-4 viven unos pocos meses más que los animales de control, lo cual indica que no tienen efectos secundarios tóxicos", añadió el artículo.
"Originalmente descubrimos el gen Par-4 en la próstata, pero no está limitado a la glándula (...) El gen se expresa en cada tipo de célula que hemos estudiado e induce la muerte de una amplia gama de células cancerosas, incluidas, por supuesto, las células de cáncer en la próstata", señaló Rangnekar.
Añadió que lo interesante de este estudio "es que este gen es un 'matador' selectivo que mata células cancerosas".
"No mata las células normales y hay muy, muy pocas moléculas que sean selectivas de esta manera", sostuvo.

A fin de avanzar en los posibles beneficios terapéuticos del gen, el equipo de Rangnekar introdujo el gen en el óvulo de una ratona que fue luego implantado en una madre suplente.
"La ratona misma no expresa un gran número de copias de este gen, pero sus crías sí y empiezan a expresarlo. De esta manera hemos podido transferir la actividad a generaciones descendientes de la ratona", explicó Rangnekar.
Según la UK, esto podría conducir, mediante el trasplante de médula ósea, al uso de la molécula Par-4 en la lucha contra el cáncer en pacientes sin los efectos tóxicos y dañinos de la quimioterapia y la radioterapia.

"Nos interesó la búsqueda de una molécula que matara las células del cáncer pero no las células normales y que, al mismo tiempo, no fuese tóxica con efectos secundarios sobre todo el organismo", explicó el investigador.

Parece interesante...

1 comentario:

Estrella dijo...

Gracias, pequeños roedores. Como comentario a esta noticia, positiva por el avance anti-cáncer que puede suponer, me gustaría hacer un homenaje a estos animalillos peludos. Me valgo de esta otra noticia encontrada:

Los ratones llevan más de un siglo contribuyendo al avance de la medicina y a descubrimientos que han desempeñado un papel fundamental para tratar distintas enfermedades.

Este año, el Premio Nobel de Medicina ha reconocido la labor de tres expertos que basaron sus investigaciones en estos animales. Conozca la historia de algunos de los roedores más famosos de la ciencia.


El ratón de Mendel
Fue en 1902 cuando el primer roedor entró en el laboratorio a participar en una investigación. De la mano de William Ernest Castle, un biólogo nacido en una granja de Ohio y formado en Harvard, los ratones se utilizaron por primera vez para comprobar si las leyes de Mendel sobre la herencia servían para predecir el color del pelo en estos animales.

Tan importantes eran los ratones para los estudios genéticos de Castle que en 1908, cuando el científico se trasladó a la Institución para Biología Aplicada, a pocos kilómetros de Cambridge, cedió un gran espacio para que sus animales estuvieran a gusto.

C57BL, el más utilizado
Un discípulo de Castle, Clarence Cook Little, siguió su senda investigadora y tras una década cruzando ratones para crear una variedad específica, en 1921 llegó al ratón C57BL. Desde entonces es uno de los más utilizados por los científicos en sus experimentos genéticos y se considera el primer ratón moderno de laboratorio.

El código que lo identifica proviene de la madre de este ratón, que estaba etiquetada como C57, mientras que las letras BL hacen referencia a su color negro. Se trata de una variante fácil de manipular genéticamente y la que más respuestas ha dado en el campo de la oncología.


El primer transgénico
La década de los 80 ocupa un capítulo fundamental de la historia de estos roedores. La colaboración de dos investigadores en Estados Unidos, Richard Palmiter, del Instituto Médico Howard Hughes, en la Universidad de Washington en Seattle, y Ralph Brinster, de la Universidad de Pensilvania, dio como resultado el nacimiento del primer ratón transgénico en 1982.

Para llegar a él, según explican en el Instituto Howard Hughes, el equipo inyectó un gen modificado de la hormona del crecimiento de rata en un huevo fertilizado de ratón.

Después de un proceso en el que los investigadores cambiaron la expresión del gen, se implantó el huevo en una madre adoptiva de ratón. Ésta dio a luz a un roedor aparentemente normal pero que creció a un ritmo inusual hasta hacerse gigante. Este experimento mostró algunas claves de un trastorno genético, conocido como enanismo.


Los 'knockout'
Ya en 1989, Mario Capecchi, Olivier Smithies y Sir Martin Evans -galardonados con el Premio Nobel de Medicina 2007- crean el primer ratón 'knockout'. Se trata de un modelo animal al que, durante la fase embrionaria, se ha modificado el funcionamiento de uno de sus genes.

Gracias a esta técnica, que permite elegir el gen sobre el que actuar y su forma de alteración, se sabe mucho más sobre las funciones de los genes en los roedores y se ha podido crear varios modelos de enfermedades (cáncer, ateroesclerosis, hipertensión...). Por estos avances, sus principales autores han sido galardonados en varias ocasiones (además del Nobel, también ganaron el premio Lasker).


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Nace Cumulina

Cumulina, a los dos años. (Foto: Universidad de Hawai)
Ocho años después del roedor 'knockout', llegaría Cumulina, el primer ratón clonado. Nacida el 3 de octubre de 1987, el nombre de esta hembra hace honor a la técnica de clonación que le dio la vida. Se extrajo el núcleo de las células del cumulus, que rodean los óvulos de las ratonas, y se inyectó en otros óvulos sin núcleo.

Fue el único roedor obtenido por este proceso al que sus creadores, procedentes de la universidad de Hawai, bautizaron con un nombre y no con un código numérico.

Antes de morir, por causas naturales, Cumulina tuvo descendencia y sufrió un tumor en la piel que se le extirpó con éxito. Falleció mientras dormía. Tenía dos años y siete meses, una edad muy longeva si se tiene en cuenta los dos años de media que suelen vivir los roedores.


El genoma del ratón
El nuevo siglo trajo consigo otro avance fundamental: la secuenciación del genoma completo del ratón. Los resultados aparecían publicados en la revista 'Nature', en 2002, y el ratón se convertía en el primer mamífero no humano del que se conocía con detalle su código genético. Las investigaciones se basaron en el modelo C57BL, creado en 1921.

Los datos obtenidos mostraron la enorme similitud entre el genoma humano (secuenciado en 2001) y el de los roedores: ambos cuentan con unos 30.000 genes y la composición del ADN es prácticamente idéntica. Gracias a este descubrimiento, cada vez se conoce más sobre los mecanismos que dan forma a las enfermedades y la eficacia de los distintos tratamientos.