sábado, 24 de noviembre de 2007

Por la gracia de Dios

Representantes de cinco religiones explican chistes para mejorar la convivencia, en un encuentro organizado por Unescocat

¿En qué se parecen todas las religiones? En que ninguna tiene sentido del humor. La sentencia corresponde al teólogo Juan José Tamayo, pero ayer se demostró que no es del todo cierta. Unescocat organizó un insólito encuentro en Barcelona para explicar chistes de religión al que invitó a un representante musulmán, un judío, un hindú, un católico y un protestante. Y todos, incluido el público, demostraron, como dijo el teólogo José María Díaz Alegría, que "hay que fiarse de Dios y empezar a reírse de uno mismo".

"Una mujer lee un diario y se escandaliza ante el conflicto de Oriente Medio:
- Pero, estos árabes y judíos, ¿por qué no solucionan sus cosas como buenos cristianos?"
Fue uno de los chistes que contó Jorge Burdman, auxiliar de rabino y representante de la comunidad israelita de Barcelona.

"Se presentan ante Dios, están Hércules - que se considera el más fuerte del mundo-, Blancanieves - la más bella- y Quasimodo - el más feo-. Todos quieren saber si son los más grandes. Dios se lo confirma a Hércules y a Blancanieves. Pero Quasimodo sale indignado:
- ¿Se puede saber quién es la duquesa de Alba?"

Lo explica Moisés Muñoz, ex diácono de de la Iglesia baptista de Badalona y miembro de un coro gospel. Y como el resto de miembros de la mesa demuestra que reírse es una forma de hacer autocrítica hacia unas religiones cargadas de dogmas y absolutismos, como se encargó de explicar Juan José Tamayo.
Este teólogo habló de cuatro tipos de chistes: el irreverente (que falta al respeto), el provocativo e irresponsable (las viñetas contra Mahoma), el ideológico-crítico y el ingenuo.

"Se avería de noche el coche en el que viajan un telepredicador, un rabino y un hindú. Se refugian en una granja pero uno tiene que dormir en el pajar. No caben en la casa. Se ofrece el hindú, pero al poco rato llama a la puerta. - No puedo, hay una vaca. Va entonces el judío y vuelve. - No puedo, hay un cerdo. Va el telepredicador y al rato llaman a la puerta. ¿Quién es? El cerdo".

Lo explicó Bhakti Das, presidente del Centro de Yoga Vedanta Sivananda. Halil Bàrcena, director del Instituto de Estudios Sufís de Barcelona, explica cuentos con trasfondo. Antoni Deulofeu, sacerdote católico de Sant Llorenç de Terrasa, es más directo: - Señor llevo quince años rezando para que pueda vender más camisas y no me haces caso y mi hermano, que no reza, se forra. - Ponle un cocodrilo y verás".

Un poco de humor es muy aconsejable... Como dice Jodorowsky, sólo hay una persona peor que un tonto...y es un tonto grave...
El saber y la risa se confunden...

No hay comentarios: