viernes, 7 de diciembre de 2007

Tormenta de solidaridad

Los médicos asturianos viajan al Sahara para ayudar a los que no tienen nada, ni un territorio

El texto que acompaña estas líneas y todas las fotografías del álbum superior lo han enviado desde ninguna parte. Desde un territorio que todos se disputan y que nadie posee. Ha llegado a LA NUEVA ESPAÑA merced al milagro de las nuevas tecnologías. El equipo de doce médicos ovetenses que está en los campamentos de refugiados sigue allí, operando sin solución de continuidad durante más de doce horas al día. No pararán hasta que mañana les toque regresar a Oviedo.

Durante su estancia habrán sido atendidos tres centenares de personas, si se cumplen los cálculos. No sería atrevido decir que podrán superar esa cifra. Mientras las carreteras españolas se preñan de atascos con el puente de la Constitución, un equipo de doce solidarios médicos está en una tierra en la que la palabra Constitución tiene mucho que ver con la utopía.

Los médicos, con su juramento hipocrático grabado a fuego, no entienden de política, pero sí de enfermedades, y acuden allí adonde creen que son necesarios. En las imágenes superiores se aprecia con toda claridad la precariedad de las instalaciones en las que han trabajado durante estos días. Pero eso tampoco importa. «Con una sonrisa te lo pagan todo», dice Javier Blanco.

No es el primer viaje de estos galenos solidarios al corazón del desierto. De hecho, están allí acabando lo que empezaron en febrero pasado, cuando tuvieron que salir huyendo de la crudeza de una tormenta de arena. Entonces Tino Pozo fue evacuado, con muchísimas dificultades, tras sufrir un infarto. La misión quedó abortada hace meses, pero nunca quedó en el olvido. Pozo está recuperado y hoy, a esta hora, está en el Sahara, ayudando a los demás.

Esta es una noticia muy solidaria que ha encontrado la maga colaboradora. Una noticia muy positiva...

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